Alguna vez Slavoj Zizek dijo sobre el cine: “que es el último arte perverso, puesto que no te da lo que deseas, sino que te dice cómo desear”. Bajo esta premisa el cine es altamente necesario para la enseñanza del deseo o saber desear, o saber reconocer que es lo que realmente deseamos, puesto que todo deseo es superficial.
El arte de proyectar ideas, -del cual solo el cine permite- o hacer del espectador partícipe de la misma, bajo los argumentos previos del director y la secularización del sujeto que observa, hace que la intimidad visual, producto de lo que se “desea” que se perciba, y aumentando el deseo de mirar y dejarse caer en tal “deseo”, sea una experiencia palpable en el recuerdo y permite una sonrisa de agrado al dejar que se asome una escena inolvidable como las que comentaremos a continuación.
Hemos decidido elegir el tema central del baile, pero no cualquier baile en sí, sino la propuesta visual que ejerce el movimiento de una fémina al querer proyectarnos algo.
Buffalo 66
Director: Vincent Gallo
Actriz: Christina Ricci
Luego de observar pacientemente el pavoneo del protagonista Billy Brown (Vincent Gallo), una voluptuosa Layla (Christina Ricci) se escapa por un momento mientras llega la bola de boliche, a su propia velocidad y con sus propias reglas. Ella decide entretenerse a sí misma por un rato, bailando lo que recuerda de su accidentada clase de tap con Moonchild de King Crimson en el fondo. Así como el padre de Billy se duplica a sí mismo en el karaoke mientras canta para su futura 'nuera', Ricci se nos muestra sin filtros patriarcales con resultados cautivadores para su personaje en la película al reclamar el respeto que merece dentro de la historia y el de nosotros como audiencia. Seremos capaces de hacer nuestra propia escena de baile?
El conjuro dura un par de minutos antes de que el anti-héroe, el cual no por su homofobia, afición a las pataletas o trayectoria como patán de grandes ligas deja de ser menos interesante, la trae de vuelta a su papel secundario, recriminándole de forma bastante cruel por estar fastidiando el piso del boliche con su toqueteo 'ridículo', o mejor dicho, lo que sea que estaba haciendo puesto que él obviamente no prestaba atención. Billy solamente esperaba que le arreglaran la máquina, siempre el problema con las estúpidas máquinas.
Y tu mamá también
Director: Alfonso Cuarón
Actriz: Maribel Verdú
Intentando llegar a la playa Boca del Cielo, que parece algo irreal e imaginario de estos dos chicos. Luisa Cortes –Maribel Verdú- se entrega en un recorrido que interioriza las relaciones fraternales y competitivas de Tenoch y Julio, los detalles sobran y más aún en la sensual búsqueda que hace Luisa al dirigirse con -caballito-o vaso de tequila en mano tambaleante con grandes carcajadas y un trajecito de tiritas ,sandalias bastantes sencillas , pero unos hombros desnudos que provocan algo más…con la intención de poner el tema folklórico la “sandunga” que propone ella ,del cual solo se suelta la risa ebria, lo deja mejor a la suerte, el número 13 – que es de mala suerte- según los supersticiosos, pero para los espectadores fue lo mejor, la letra D y zazzz!!! Marco Antonio Solís de resultado, el mismo de los grandes borrachos y sus borracheras, con una simpleza en sus primeros pasitos al comenzar la canción, pero con una mirada que mata, luego de la celebración a manera de broma-pero quien sabe si en serio- de cuando le dice Julio a Tenoch . y tu mamá también!
Se voltea la más provocadora y sensual escena de baile llevada por esta Maribel Verdú, con una sola toma ,sin cortes y todo el recorrido paso a paso y baile a baile que desemboca en un trio que para desgracia de los dos chicos termina en algo inesperado o a lo mejor en algo que estaba a punto de salir.
J.Escobar,
en colaboración con A.C, en la opinión de Buffalo 66