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miércoles, 20 de julio de 2011

Sobre la libertad.


El asunto de la libertad fue objeto de mi atención desde muy joven, desde entonces me pre-ocupaba por encontrarle una solución al asunto de si era libre o no. En la búsqueda de una respuesta he encontrado algunas posturas al respecto, que quisiera compartir.

Prematuramente, sin tener consideración de ella, sin conformidad de mi voluntad, acogí la postura cristiana que decía: ‘la verdad os hará libres’, es decir, debo empoderarme de la verdad para ser libre. La primera pregunta que tuvo que soportar este enfoque, fue ¿Qué es la verdad?, a lo cual ella respondió, ‘yo soy el camino, la verdad y la vida’, es decir, para empoderarme de la verdad debo seguir al hijo de dios, reconocer su autoridad, ser escrupuloso y respetuoso de su voluntad. Rápidamente, surgieron dudas al respecto, por ejemplo, ¿Cómo puedo ser libre estando sujeto a una autoridad, a reglas, a voluntades externas? Esto me llevó a abandonar esta postura y pesquisar en la Historia del pensamiento.

Así, pasé a revisar la postura del filósofo alemán Immanuel Kant, que dice que ‘la libertad es la condición de posibilidad de la moralidad’. La libertad, desde esta perspectiva, es un supuesto. Según Kant, si el hombre no fuera libre no pudiese obrar de acuerdo a una norma formal (recuérdese el imperativo categórico kantiano), así, la libertad no es demostrable en términos teóricos, solo se supone; la libertad es un supuesto de la voluntad, que es la productora de las acciones. Esta postura, muestra un excesivo formalismo, que es compatible con visión jurídica de la libertad. Recordemos que desde el derecho se supone la libertad de todos los miembros de una sociedad, pero, como apuntamos mas atrás, es una visión muy formal del asunto, pues es una abstracción de las condiciones reales de ejercicio de la libertad, así un rico tiene mejores condiciones para ejercitar su libertad que un pobre, aunque en el sentido formal del termino ambos son igualmente libres.

Otro enfoque del asunto de la libertad es el que le dan algunos intelectuales marxistas, el primero que podríamos mencionar es F. Engels (el primer marxista declarado), el cual afirma en uno de sus escritos que ‘La libertad es la conciencia de la necesidad’. Según Engels, la conciencia de la necesidad, se entiende como tener en consideración lo que se da, lo que ocurre, en términos vulgares, ser conciente y actuar según las circunstancias históricas. Pero, como puedo ser conciente y actuar según las circunstancias y, por ende, ser libre si soy un ser lleno de prejuicios y conceptos aprendidos, a través de los cuales ordeno y juzgo el mundo, entonces, ¿Cómo puedo ser plenamente conciente de mis circunstancias, si todo cuanto me rodea alrededor esta pre-juzgado? Otro intelectual marxista que trata el asunto de la libertad es V. I. Lenin, el cual dice; ‘La libertad es algo precioso, tan precioso que debe ser racionado’. En forma directa el segundo, de forma indirecta el primero, ambos justifican, la instauración de una dictadura (dictadura del proletariado), en la cual el estado sea el supremo rector de la libertad, esto parece una contradicción, pues en ambos la libertad esta sujeta a un agente rector, en uno las circunstancias y en otro la razón.

Estas posturas, en su momento, no me causaron satisfacción y empecé a abrigar la idea de que eso de la libertad no existía, y que lo importante es su búsqueda y la esperanza de encontrar algo al final, sin embargo, esta postura tampoco me satisfizo, pues hace que la búsqueda de la libertad sea infructuosa, por no decir inútil, además la esperanza se construye, pues es idiota esperar algo por lo que no se ha trabajado, y simplemente no se puede trabajar por algo que no existe. Pensé estar en un lugar sin salida, sin respuestas a mis preguntas, pues la idea de libertad absoluta que quería encontrar era incompatible, incluso, con el principio de causación universal, es decir, el principio que dice que toda cosa, hecho o evento esta causado, condicionado, o peor aún, determinado, pues de negar este principio, estaríamos condenándonos a no comprender el mundo, ya que nada se puede comprender, sino es en su relación con otras cosas.

Hasta que comprendí que el asunto de la libertad, no es un problema. El problema esta en pensar que existe algo como la libertad absoluta de la cual nos hablan todas las utopías, y no pensar que la libertad no se entiende sino en relación con circunstancias concretas que nos permitan su ejercicio. Pensemos en René Descartes cuando nos dice: ‘la libertad de nuestra voluntad se conoce sin necesidad de pruebas, por la mera experiencia que de ella tenemos’, la libertad la ejercitamos siempre, pues siempre podemos escoger, de tal forma que lo que elijamos sea conforme con nuestra voluntad, es decir, tenemos capacidad de escoger, esto es todo lo que modesta y racionalmente podemos decir acerca de la libertad, lo demás serán anhelos estériles de libertad absoluta.

E. BARBA

2 comentarios:

  1. Por lo visto se ha hecho una exégesis de pensadores que han tratado la cuestión (Libertad), que al final de cuentas fue una apretada conclusión: “la libertad la ejercitamos siempre, pues siempre podemos escoger, de tal forma que lo que elijamos sea conforme con nuestra voluntad, es decir, tenemos capacidad de escoger, esto es todo lo que modesta y racionalmente podemos decir acerca de la libertad.”
    Al estilo sartreano, estamos condenados hacer libres. El motivo de haber comentado este pequeño ensayo, que es fruto de un gran esfuerzo es por la sencilla razón de que si nosotros mismos no nos criticamos y comentamos quien lo hará, por otra parte da cabida al debate, ya que toma partida con respecto a Lenin, y una interpretación de la dictadura del proletariado.

    Abdiel Rodriguez,

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  2. no se por que no se puede publicar con su nombre y si con anonimo, saludos a los del Patam.

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