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jueves, 26 de abril de 2012

Lenguaje animista y alienación.


El animismo es, para decirlo sin gran precisión, aquella creencia en que todos los objetos están dotados de vida (o alma), incluso aquellos objetos que habitualmente consideramos como inanimados, como por ejemplo un vaso, una roca, un poste de luz, entre otros.
Como sabemos, toda creencia puede ser expresada mediante proposiciones que a su vez pertenecen a un lenguaje, en consecuencia, el animismo puede ser expresado mediante el lenguaje. Es decir, hay un uso animista del lenguaje.

El uso animista del lenguaje lo encontramos comúnmente en lenguaje poético, siendo este no sólo característico del lenguaje poético, además hace que un poema se considere estéticamente bello.  Ejemplo de lo señalado, el poema Nocturnos de la Ventana de García Lorca (1898 – 1936) cuando dice: “Los instantes heridos por el reloj… pasaban”, es notable el uso animista del lenguaje esta frase, sólo hay que preguntarse ¿Puede herirse a un instante?, es evidente que a una abstracción como lo es un instante se le ha dotado de vida, otro ejemplo, es el poema 8 de Neruda (1904 – 1973), cuando dice : “El viento del mar caza errantes gaviotas”, ¿Puede el viento cazar? como último ejemplo, el poema La Serenata India de Shelley (1792 – 1822) cuando dice: “Los aires vagabundos desmayan sobre lo oscuro”.

Es fácil, por las propiedades del lenguaje poético, detectar el uso animista del lenguaje, pero a veces es más complicada su detección. Esto último es quizás lo más problemático del uso animístico del lenguaje, es que no sólo es propiedad del lenguaje poético, sino que lo es también del lenguaje cotidiano. Por ejemplo,  en un titular del periódico El Universal de México, en su sección sobre ciencia hay un titular que dice: “La tierra fue bombardeada por meteoritos gigantes”, ¿Puede un meteorito bombardear?, la respuesta es no, otro ejemplo es el titular del periódico panameño La Estrella que dice: “Suben 20 alimentos de la canasta básica”, ¿Puede subir un alimento?.

El lector puede preguntarse y… ¿Cuál es el problema?, el problema radica en que existe una estrecha relación entre el lenguaje y pensamiento, al grado que muchos creen que de acuerdo a como usas el lenguaje así mismo se piensa. La relación entre el lenguaje y pensamiento es muy estudiada por las neurociencias, por ejemplo, es un acuerdo entre los psicólogos que en el proceso de creación de conceptos tiene mucho que ver con el lenguaje, es decir, creamos conceptos para clasificar u ordenar la información que nos viene del exterior, creamos un lenguaje no solo para expresar dichos conceptos, sino que la creación de un concepto presupone la posesión un lenguaje.

Con lo anterior, quiero que se entienda que cuando se usa el lenguaje animísticamente, también puede pensarse animísticamente, es decir, se puede llegar a creer y pensar que incluso los objetos ordinariamente considerados como inanimados, poseen vida (anima), lo cual sería tanto como pensar de forma alienada.

Para ver esto más claro, usemos el ejemplo anterior del titular del periódico La Estrella: “Suben 20 alimentos de la canasta básica”, lo que el titular debe decir es que es: “aumentan el precio de 20 productos alimenticios de la canasta básica”. El titular original le otorga vida a “20 alimentos” que ‘suben’, como si ellos pudieran moverse y aumentar su valor por sí mismos, lo cual no es cierto, encubriendo lo que en realidad ocurre, que hay personas que aumentan el precio y se benefician de ello. El problema de usar el lenguaje animísticamente, es que el lenguaje puede velarnos, cubrir o atenuar lo que acaece. 




Por F.E.V

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