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jueves, 14 de abril de 2011

Simplemente chuchú.


José de Jesús Martínez, poeta, dramaturgo, matemático, sargento de la policía nacional, hombre de confianza del General Torrijos, aviador, filosofo y lógico nica-panameño. Nació en Managua, Nicaragua, el 8 de junio de 1929 y falleció en Panamá el 27 de enero de 1991. Su obra poética es próxima, en estilo, a la de grandes exponentes latinoamericanos de este género como Pablo Neruda y Cesar Vallejo. Entre los motivos que dan vida a su obra sobresalen el amor, el gozo vital, la condición humana y los complejos problemas de la sociedad contemporánea. Destacamos también su obra filosófica, entre las que se encuentran; lecciones de historia de la filosofía moderna (Panamá, 1981); El tema de la muerte en la filosofía de Santo Tomás (Panamá, 1962) y su trabajo sobre Lógica, Introducción a la lógica moderna (Panamá, 1962). Nos motiva a exponer una, muy reducida, parte de su obra, el respeto intelectual que sentimos por la persona que en vida fue conocida como “chuchú”, ya que es difícil encontrar hoy en día una personalidad tan multifacética entre la intelectualidad panameña, una personalidad comprometida con el quehacer panameño y latinoamericano, con mentalidad omniabarcadora. Una muestra de lo último es lo variado de su obra.

Aunque hoy no se reconozca la genialidad y originalidad de “chuchú” en ningún espacio académico, intelectual o político de nuestro país, hoy, con esta muestra de su obra queremos rendir tributo a José de Jesús Martínez o simplemente a “chuchú”.


Amor no a ti, contigo


No hay soledad más rica
que la que gozo contigo
ni forma de amar el mundo
con más luz y más en tibio
que cuando a tu lado, amando
contigo, no a ti, lo vivo.
Tu alma suave, abierta y clara,
duro mi amor y con filo,
¿cómo no haberte pasado?
¿cómo no haberte perdido?

Yo ya no sé ni si existes
ni si estás aqui conmigo,
porque yo ya no te toco
amada, ya no te miro;
mas cuando veo en el mundo,
cuanto en él toco y respiro,
tiene el color de tu alma
y el calor del amor mío.
Teñiste de tu alma el mundo
y mi amor te ha trascendido.

Es como si no te amara
pero mi amor fuese el mismo,
como si hubieras ya muerto,
como si hubieras partido,
y el mundo fuera la casa
en donde habías vivido,
y yo oyera en el canciones
brotando desde el olvido,
atravesando silencios
agujereados de ruidos.

¡Qué solo, contigo, amada!
¡Qué soledad más contigo!
¡Amor, tu aquí, que lejana!
¡Amor, que lejos conmigo!




One way (fragmento)

“Lector del mundo y de estos versos,
de tu mujer, tus hijos,
entendiéndolo todo, orientándote,
desperdiéndote, yéndote
a toda prisa, en pánico,
encaramándote en todo cuanto viaja,
en taxi, en días, en negocios, en amores, en
recuerdos,
en objetos rápidamente pudriéndose...,
piensas que Dios escribió el mundo,
y además, en clave. Tú, infeliz,
quieres descifrar a tu mujer, descifrar el
vaso de agua que te bebes,
descifrar el hijo, el paisaje que miras, la
muerte que te espera. Estás traduciendo el mundo,
interpretas la vida diccionarito en mano,
culturita en mano,
costumbrita en mano,
como si el mundo fuese un país extranjero,
como si la vida fuese una lengua extraña.
¿Eres marciano, ángel, eres perro
eres turista?
¿Eres extranjero en el mundo, en la vida, en
tu casa, tu cuerpo?
¿Te hospedas en tu alma?
¿Te has montado en ti como en un taxi? "

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